Entre las tecnológicas destaca la ausencia o escasa implantación territorial de infraestructuras de telecomunicaciones, la ausencia de contenidos de interés y la escasa formación en el uso de las TIC. Entre las de carácter social, encontramos niveles de renta bajos, estilo de vida escasamente relacionado con el uso de las TIC, envejecimiento de la población y aspectos asociados a la diversidad funcional.
En las zonas rurales y de montaña lamentablemente concurren todas ellas por lo que la brecha digital deviene un elemento que debe formar parte de toda agenda de desarrollo económico. Los datos son claros:
- En todo el mundo, de forma genérica, ha habido menor implantación de banda ancha de calidad en las zonas rurales y muy especialmente en las zonas de montaña.
- Internet se asocia a lo urbano e irremediablemente tiene su reflejo en los contenidos que podemos encontrar en la nube. Encontrar “tu lugar” en Internet cuando hablamos de zonas rurales y de montaña es algo más que complicado, muy especialmente si incorporamos elementos como etnia y género. Pongamos un ejemplo en cuanto a volumen de contenidos presentes en la nube. Si buscamos en Google "community manager" aparecen 7.280.000.000 entradas, sin embargo, si buscamos “agricultor” aparecen 11.100.000 entradas,... la diferencia es abismal.
- La población rural presenta, de forma genérica en todo el mundo, índices de envejecimiento superiores a la población urbana. El envejecimiento acusado de la población rural explica en gran parte el por qué de la menor capacitación en el uso de las TIC, como la reducida capacidad para integrar de forma efectiva los recursos que aparecen a diario a una velocidad de espanto... , ahora, en plena revolución 2.0, conviene abordar esta situación para garantizar que los ciudadanos de zonas rurales y de montaña sean actores activos de la sociedad red en la que vivimos.
- En zonas rurales y de montaña el estilo de vida difiere mucho del urbano, sobretodo en aquellas zonas donde la actividad económica predominante sea la agroalimentaria y la forestal donde genéricamente suele desmarcarse de un uso masivo de las TIC.
- Tener un móvil es tener acceso al mundo: característica que no entiende de urbano ni rural, es global. Desde mi actividad como profesional he comprobado, en más de una ocasión en sesiones de trabajo con agricultores, que la mayoría tienen móvil (>95%). Dado que la mayoría de móviles actuales son 3G, el acceso a internet de calidad está al alcance de la mano, algo importantísimo en el ámbito rural donde la mayoría de actividades económicas se dan al aire libre. En Africa, se cuentan por decenas las iniciativas desarrolladas para dar acceso a la población a contenidos de utilidad para mejorar su condición de vida, ya no sólo para mejorar su negocio teniendo acceso a información sobre mercados agrarios, sino también a servicios de salud, educación, ...
- Inversión pública: incluyendo la inversión en infraestructuras, generación de contenidos, servicios y esfuerzos en alfabetización digital. A destacar el Programa telecentros que hace posible que "eso" llamado Internet forme parte de la vida cotidiana de la ciudadanía, sobretodo en el ámbito rural donde lo identifican con la biblioteca, el ayuntamiento, ... A destacar la línea específica telecentros en el ámbito rural con la cuenta el estado español desde el 2003.
- Iniciativa privada: como hemos dicho lo rural no es sinónimo de agrario, necesariamente, pero tanto si lo es en algunos casos, como sino, el estilo de vida se ha visto alterado gracias (o no) a la masificación del uso del móvil que, de una forma u otra, ha facilitado que la gente sea más permeable a las tecnologías al ser conscientes que es una realidad que no se le puede dar la espalda y que, además de ser útil, puede ayudar a mejorar las posibilidades económicas de las personas.
La conversación, la suma, la agregación, es palanca de crecimiento y prosperidad. El mundo rural no puede perder el tren de lo social. Arrancamos !!!
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